La lectura de hoy se encuentra en Marcos 13:31-37. Aquí, Jesus nos da una seria advertencia acerca de Su segunda venida.
Primeramente, Jesus estableció en esta porción de la Escritura que ninguna de Sus palabras pasaría sin cumplimiento. Esto nos da la certeza de que El no miente ni tampoco se retracta. Lo que ha dicho se cumplirá al pie de la letra. Después, Jesus estableció que aunque nadie sabe la fecha ni la hora en que volverá a la tierra, a nosotros nos conviene mantenernos vigilantes.
Jesus usó el ejemplo de un hombre que sale de viaje y deja a cada sirviente en su casa con una tarea específica. Al portero le mandó que estuviera atento a su regreso. De la misma forma, Jesus nos ha establecido como los porteros en este mundo. Siendo así, nuestro trabajo principal es el de vigilar por Su regreso. Como Sus siervos, Jesus no nos dejó para criticar a otros ni mucho menos para maltratarlos. Jesus no nos dejó al cargo para herirnos o causar divisiones dentro de Su casa. Jesus nos ha dado la responsabilidad de vigilar. Esta palabra significa, “mantenerse despierto durante la noche; estar atento; guardar algo o a alguien bajo cuidadosa observación.” Este es nuestro trabajo como siervos de la Casa del Señor.
¿Estamos cumpliendo con nuestra tarea asignada? ¿Estamos haciendo nuestro trabajo de manera responsable? Debemos mantenernos despiertos durante la noche y debemos estar atentos a las señales que nos indican que el Dueño de la casa está por regresar. Su venida debe ser lo que más guardemos bajo cuidadosa observación. No vaya a ser que el Señor nos encuentre durmiendo. ¡Así que vigilemos!
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